Tras clasificarse el año pasado en Lanzarote junto a los mejores de su categoría, Palibex ha apoyado al triatleta Héctor de Prado en su nuevo reto: participar en el Campeonato de Europa de Ironman que acaba de celebrarse en Frankfurt.
Tras el pistoletazo de salida, Héctor se enfrentó junto a otros 3.269 deportistas a la prueba de nado, compuesta por una primera vuelta de 1,5 km. y otra más grande de 2,3 km. La natación le resultó complicada porque el lago era artificial, tenía poca flotabilidad y una temperatura de 23 grados pero, aún así, el atleta se encuentra satisfecho del resultado obtenido: “Como iba muy bien entrenado, logré acabar en 1 hora y 22 minutos, un tiempo muy inferior al de Lanzarote, lo que me acercaba a mi objetivo de bajar de las 12 horas y media”
A continuación, el trayecto en bicicleta era prácticamente llano, con 1.000 metros de desnivel y sólo 2 dificultades montañosas. Desde el primer momento, el recorrido le resultó una tortura porque el viento era muy fuerte en determinados tramos. “Iba todo muy bien y me encontraba fuerte hasta que en el km. 140 invadí el carril contrario y un juez de carrera me sancionó con una tarjeta azul que me mantuvo 10 minutos parado, lo que hizo que me adelantaran muchos participantes”. El clima también le jugó una mala pasada porque tuvo que recorrer los últimos 40 km. bajo una lluvia intensa que le llevó a parar nuevamente durante 16 minutos para poder entrar en calor. En el sector de la bicicleta hizo un tiempo de 6.09 h.
Aún con el frío metido en el cuerpo pero ya recuperado, Héctor de Prado se dispuso a correr la maratón. Su salida fue buena y se sentía seguro porque los días anteriores había estado reconociendo el terreno que consistía en cuatro vueltas al mismo circuito que discurría a lo largo del río con alguna pequeña subida. “Mantuve un ritmo constante sin las dificultades que había tenido en la natación ni el ciclismo y acabé en un tiempo de 3.52 h.” destaca.
A pesar de los percances, Héctor acabó con un tiempo de 11:44:29h, 1.40 h menos que en el Ironman de Lanzarote, lo que interpreta como un triunfo personal. Así resume sus impresiones al llegar a la meta: “Sientes una felicidad que te inunda el cuerpo porque has conseguido algo que se encuentra al alcance de muy pocos. En ese momento se te olvida todo lo que has sufrido y sólo queda la ilusión por el trabajo de tantos meses”, culmina